En estos días de cuarentena debo confesar que paso por muchos estados. La Explosión, el llanto, la angustia, la impotencia, el miedo y la melancolía,  siempre llegan en algún momento del día.
Es muy loco lo que estamos viviendo. Me atemoriza saber que no sé cuando va a terminar y es ahí donde me doy cuenta  que el ser humano siempre necesita respuestas  y veo lo qué cuesta fluir en los movimientos que nos propone el universo. También me cuestiono más de una vez por día ¿Que tendremos que aprender de todo esto?
Y siempre una de las primeras respuesta que viene a mi cabeza es que cuando esto termine, probablemente todos vamos a hacer y estar realmente donde queremos estar, y sobretodo vamos a valorar mucho más las pequeñas cosas. Desde ir a la verdulería, salir a correr, andar en bicicleta y ni hablar de un abrazo y un beso.
También me pregunto en tiempos de cuarentena, ¿Qué estaremos haciendo mal? ¿Dónde están nuestras prioridades como sociedad y personas? ¿A que le damos importancia?
Tengo miedo porque pienso por momentos que nosotros generamos esto con nuestro egoísmo. Pero confío todos los días en que cuando esto termine probablemente VA A HABER UN CAMBIO. Ahora ¿Que loco que tuvimos que llegar a esto para reaccionar? ¿No? Pero bueno  a veces darse contra la pared ayuda.
Simplemente hago por acá mi descargo, y les propongo que piensen, se tomen el tiempo ahora que todos lo tenemos para saber ¿Cómo vas a ser después de esto?¿En qué vas a mejorar? Yo estoy en esa!

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